LEGO Ideas – Nasa: Apolo Saturno V

Los diseñadores – Valérie Roche y Felix Stiessen

Con su pasión por la exploración espacial y la construcción con LEGO® como elemento común, Valérie Roche (alias Whatsuptoday) y Felix Stiessen (alias Saabfan) trabajaron estrechamente en la creación del impresionante modelo de la misión Apolo 11 para LEGO Ideas.
“La parte más complicada fue el módulo de alunizaje. Yo (Felix) intenté reducirlo a su mínima expresión (quería que cupiese entre las piezas de medio cono, como se aprecia en el modelo), sin perder los detalles estéticos. Fue entonces cuando comenzamos a construir el cohete a su alrededor. También queríamos que el cohete fuese lo más sólido posible, así que Valérie incluyó dentro columnas y vigas para aportar integridad estructural”.

“En realidad, tomó bastante tiempo terminar todo el modelo. Sucedía con frecuencia que uno de nosotros abandonaba el proyecto durante un par de semanas y volvía a trabajar en él después; no obstante, al ser un proyecto de equipo, siempre había alguien que seguía avanzando y motivaba al otro para continuar. En total, diríamos que nos llevó alrededor de un año terminarlo”. “Nos sorprendió (y también nos alegró, por supuesto) saber que nuestro modelo sería el próximo en incorporarse a la colección LEGO Ideas. Lo que nos gusta de la plataforma LEGO Ideas es la comunicación con la comunidad y el apoyo que recibimos. Es fantástico contestar los comentarios, leer las sugerencias y mejorar el modelo poco a poco. Aunque, claro está, ¡la oportunidad de diseñar tu propio set LEGO también es realmente increíble!”.

El programa Apolo

El 25 de mayo de 1961, el presidente John F. Kennedy desafió a su país a enviar a un estadounidense a la Luna y traerlo de vuelta sano y salvo antes del final de esa década. La NASA aceptó el desafío con el programa Apolo. Sería la primera vez que un ser humano abandonase la órbita de la Tierra y visitase otro mundo. El programa Apolo interpretó un papel fundamental en la historia de la exploración espacial y abrió las puertas a la posibilidad de explorar mundos aún más lejanos. El programa Apolo se componía de 11 vuelos espaciales. Las dos primeras misiones, denominadas Apolo 7 y Apolo 9, se desarrollaron en la órbita de la Tierra y sirvieron para probar el módulo de control y el módulo lunar. Las dos siguientes, denominadas Apolo 8 y Apolo 10, tenían por objetivo poner a prueba diferentes componentes en la órbita de la Luna y tomar fotografías de su superficie. Aunque la misión Apolo 13 no llegó a posarse en la Luna debido a problemas técnicos, sí que lo hicieron otras seis misiones que volvieron a la Tierra con gran cantidad de datos científicos y casi 400 kg de muestras lunares. La primera misión tripulada a la luna fue el Apolo 8. Orbitó la luna en Nochebuena en 1968. Tan solo seis meses más tarde, el 20 de julio de 1969, el mundo fue testigo de uno de los logros tecnológicos más asombrosos del siglo XX cuando un astronauta de la NASA a bordo de la nave Apolo 11 se convirtió en el primer ser humano en pisar la superficie de la Luna. La misión Apolo 11 duró 195 horas, 18 minutos y 35 segundos (unos 36 minutos más de lo planeado). Tras la entrada en la órbita lunar, el módulo de control (MC) y el módulo lunar (ML) se separaron. Mientras uno de los miembros de la tripulación permanecía en el MC, los otros dos astronautas emprendieron el histórico viaje a la superficie lunar en el ML. Después de explorar la superficie y realizar experimentos durante 21 horas y 36 minutos, los astronautas retornaron sanos y salvos al MC e iniciaron el viaje de vuelta a la Tierra.

Saturno V

El cohete Saturno V fue el más potente que jamás ha volado con éxito y formó parte del programa Apolo durante las décadas de 1960 y 1970. Medía 111 m de altura y, con el depósito lleno de combustible y preparado para el lanzamiento, pesaba 2,8 millones de kilogramos. El Saturno V que participó en las posteriores misiones Apolo se componía de tres fases. Cada fase debía alimentar sus motores hasta agotar el combustible para separarse entonces del cohete. A continuación, se ponían en marcha los motores de la siguiente fase, permitiendo al cohete continuar su viaje hacia el espacio. La primera fase contaba con los motores más potentes, pues su desafiante tarea era levantar el cohete del suelo con el depósito lleno de combustible. De este modo, era capaz de elevar el cohete a una altura de unos 68 km. A partir de entonces y hasta casi la entrada en órbita, la responsabilidad recaía sobre la segunda fase. La tercera fase era la encargada de poner en órbita la nave espacial Apolo e impulsarla hasta la Luna.