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    Juega a interpretar historias Disney con tu peque: las reglas no oficiales

    Cómo ser el compañero perfecto para tu peque con pasión por LEGO® | Disney

    Disney ha dado vida a algunos de los personajes secundarios más queridos en la historia del cine, algunos tan cómicamente memorables como Mushu, tan persistentemente protectores como Pua o tan inquebrantablemente leales como Pascal.

    Y cuando veas películas Disney con tu peque y en sus sesiones de juego con nuestra enorme gama de sets LEGO® | Disney, quizá sea una buena idea que tengas frescas en la mente la personalidad y la chispa de un nutrido elenco de ellos porque, a fin de cuentas, esos son los papeles que te tocará interpretar.

    Cabe resaltar algo: ¡ser el compañero del protagonista no tiene nada de malo! De hecho, a la hora de jugar a crear o recrear historias con tu peque, ese podría ser el papel MÁS importante…

    Así que, sin más preámbulo, te invitamos a acompañarnos en este viaje de inspiración para convertirte en el mejor mejor amigo. ¡Verás cómo los personajes secundarios Disney pueden ayudarte a aprovechar al máximo el tiempo de juego en familia!

    ¿Sueñas con llevar la voz cantante? Entonces, sé como Olaf…

    En la cinta Frozen de Disney, al adorable muñeco de nieve Olaf no le molesta llevarse una accidental patada en la cabeza en su primer encuentro con Anna.

    Ese es el nivel de tranquilidad al que todos podemos aspirar después de ver películas Disney con nuestros peques para luego dar rienda suelta al juego interpretando a sus personajes Disney favoritos. Bajo su dirección, podrías tener que cantar, dejar de cantar, ponerte un vestido para cantar o (la mejor elección a nuestro juicio) cantar sin usar palabras.

    Si te parece confuso, solo recuerda cuántos de los visionarios de la historia también fueron poco comprendidos en su momento.

    No obstante, quizá valga la pena acostumbrarte a la idea de que estarás en el coro mientras Elsa entona baladas a todo pulmón.

    Siendo así, ¿qué es lo mejor que puedes hacer? ¡Practicar tus armonías! Y si alguna vez sientes que te falta compañía en el fondo, siempre puedes invitar a los personajes LEGO | Disney de tu colección, o incluso construir otros con bricks sobrantes y formar con ellos un coro completo para la actuación estelar de tu peque.

    Ofrece puras atenciones, como Lumière

    Tener el rol de actor invitado en las sesiones de juego de tu peque no significa que no puedas hacer que se sienta como en casa mientras juega.

    A veces, experimentar con la narración de historias y explorar su lado creativo puede causar un poco de sensación de vulnerabilidad incluso en los niños más seguros de sí mismos.

    Quizá no tengas que esforzarte tanto como Lumière en La bella y la bestia, pero al involucrarte en sus raras, disparatadas y maravillosas narrativas, le estarás dando la confianza que necesita para expresarse de verdad, como solo los niños pueden hacerlo.

    ¿Y qué es lo que debes hacer tú? ¡Preguntas! Concéntrate en su historia y, definitivamente, olvídate de los correos de tu teléfono hasta mucho después del gran final del tiempo de juego familiar…

    Sé como Flounder: ¡nada con la corriente!

    Si te unes a la aventura de tu peque, es muy probable que termines bajo el mar, en la cima de una montaña y en medio de una tormenta de nieve, ¡todo en un lapso de aproximadamente 3,4 segundos!

    Lo mejor que puedes hacer es dejarte llevar. O, si están en una sesión de juego familiar inspirada en La sirenita, ¡tal vez nadar con la corriente!

    En ese caso, el verdadero desafío surgirá cuando intenten recrear una película con la que TÚ creciste. Puede que sientas la necesidad de intervenir cuando tu peque se tome ciertas…, ejem…, licencias creativas con una historia que has conocido y amado durante DÉCADAS, LITERALMENTE… ¿Entiendes a qué nos referimos?

    Llegado ese punto, sigue el ejemplo del pez Flounder. Después de todo, a pesar de no estar de acuerdo con el tipo de aventuras que solía elegir Ariel, la seguía y apoyaba en todas y cada una de ellas.

    Así que, si tu peque decide enviar a un personaje que admiraras en tu infancia a vivir una aventura que desafíe la tradición, no sugieras correcciones. Deja que protagonice su historia y disfrute de los privilegios.

    ¡Asimílalo y abraza el relato! Al hacerlo, estarás fortaleciendo su capacidad narrativa e impulsando su creatividad, una de las habilidades más importantes para el siglo XXI.

    Sé como Mushu: ¡usa la risa a tu favor!

    Pocas cosas tienen tanto poder para ayudar a los niños a aprender como la alegría, al punto de que el 90 % de los peques coinciden en que el juego es el mejor medio para expresarse y adquirir nuevas habilidades.

    Y, sin embargo, la misma encuesta (contenida en el informe “Play Well” de LEGO de 2024) revela que 3 de cada 4 padres piensan que sus hijos tienen menos oportunidades de jugar que ellos mismos cuando eran niños.

    Así que, con solo tomarte el tiempo de ser el personaje secundario en los juegos del tuyo, le estarás ayudando a desarrollar las habilidades esenciales para el siglo XXI que tanto nos esforzamos por incorporar en los sets LEGO. En particular, la gama LEGO | Disney promueve el juego de interpretación a través de su nutrido elenco de personajes icónicos.

    La ecuación es sencilla: cuanta más diversión experimenten los niños al jugar, más fácil les será desarrollar habilidades como la colaboración, el pensamiento crítico, la comunicación y la creatividad.

    Entonces, ponte tu sombrero más gracioso, sube el payasómetro al nivel 11, ¡y prepárate para momentos de diversión pura!

    Y si eso implica recrear las ocurrencias más graciosas de Mushu…, ¡que así sea!

    Por lo tanto, cuando se trata de reinterpretar películas Disney con tu peque, ser un compañero de aventuras no significa quedarte en segundo plano. Por el contrario, ¡es algo que debes abrazar con entusiasmo! Al dirigir los reflectores hacia tu peque, tendrás el mejor asiento para verlo brillar (con un mínimo de 3 cambios de vestuario, seguramente).

    Además, podrás experimentar la unión familiar de una de las maneras más poderosas posibles: a través de un montón de alegría.

    Eso sí que merece una secuela (¡o todas las que quieras!).