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Cómo se fabrican los ladrillos LEGO®

Llegan los camiones

Todo comienza con unos diminutos granos de plástico llamados gránulos que vienen en un montón de colores diferentes. Los camiones llenos de gránulos llegan a una de las fábricas de LEGO repartidas por todo el mundo, donde unas mangueras gigantes aspiran los gránulos y los vierten en silos metálicos de tres pisos de altura. Hay 14 silos y cada uno puede contener hasta 33 toneladas de gránulos. Desde los silos, los gránulos de plástico se introducen por tuberías en las máquinas de moldeo.
 

Aumentamos la temperatura

En las máquinas de moldeo, los gránulos se sobrecalientan hasta alcanzar una temperatura de unos 230 °C. Esta sustancia plástica fundida se introduce en los moldes, que son pequeños recipientes metálicos con forma de ladrillos huecos de LEGO. Piensa en ellos como versiones muy complicadas de las bandejas de cubitos de hielo que tienes en tu propio congelador. La máquina de moldeo aplica cientos de toneladas de presión para asegurarse de que los ladrillos tienen la forma perfecta. Luego se enfrían y se expulsan, lo que solo lleva unos 10 segundos.
 

Los robots echan una mano

Debido a las peligrosas condiciones y a la gran precisión requerida, el proceso de moldeo está casi completamente automatizado. Las piezas acabadas ruedan por cintas transportadoras hasta las cajas. Cuando una caja está llena, la máquina de moldeo envía una señal de radio a una de las carretillas robot que patrullan la nave. Las carretillas robotizadas se guían por ranuras en el suelo de la fábrica. Recogen las cajas llenas y las colocan en otra cinta transportadora que las lleva al siguiente paso del proceso de fabricación.
 

Es hora de decorar

¿Qué sería de nuestros ladrillos sin un montón de detalles y decoraciones geniales? La siguiente parada en el proceso de fabricación son las naves de montaje, donde se imprimen los detalles y se unen las piezas compuestas de varias partes. Las caras, los paneles de control, los números, las palabras y otros detalles decorativos se estampan en los ladrillos con una impresora gigante. Algunas piezas LEGO, como las piernas de las minifiguras, están formadas por varias piezas que encajan entre sí. Estas complejas piezas se encajan mediante máquinas que aplican presión con gran precisión.
 

Lo empaquetamos

El último paso es juntar todas las piezas adecuadas para hacer sets LEGO® completos. Los sets pueden tener cientos de piezas distintas, por lo que el proceso de embalaje tiene que ser rápido y preciso. Las cajas, llamadas casetes, ruedan sobre cintas transportadoras por debajo de los contenedores que contienen cada tipo de pieza. Los contenedores se abren y se cierran para liberar el número correcto de piezas en cada casete. Por último, los operarios de empaquetado doblan las cajas, añaden las instrucciones de construcción y las piezas adicionales y vigilan que no se produzcan errores en la máquina.