Desarrollo y fomento de la curiosidad en la infancia

Desarrollo y fomento de la curiosidad en la infancia

La curiosidad y el deseo de aprender y adquirir nuevos conocimientos es una habilidad clave para todos, en especial para los más pequeños. Es la fuerza motriz que les anima a explorar y cuestionar el mundo que les rodea. 

Aunque todos los padres esperan que sus hijos tengan una mente abierta y estén deseosos de aprender nuevas habilidades, fomentar su lado curioso es fundamental para el desarrollo de sus habilidades académicas y el deseo de conocer cosas nuevas durante toda su vida. 

Mediante puzles y actividades de resolución de problemas, desde juguetes hasta divertidos juegos, los niños pueden desarrollar sus habilidades de investigación y aumentar su interés por el funcionamiento del mundo y el lugar que ocupan en él.

¿En qué consiste la curiosidad?

La curiosidad puede aparecer de muchas maneras, y reconocer las características de los niños curiosos es un paso importante para ayudarles a abrir la mente. En sus primeros años de vida, los peques tienen una curiosidad impulsiva, ya que sienten una atracción natural por las cosas nuevas. Los más pequeños suelen utilizar todos sus sentidos en su búsqueda de comprensión y conocimiento. Para ello, tocan, huelen, escuchan e incluso saborean todo lo que les rodea. A medida que su mente se desarrolle, su cuerpo crezca y aprenda a hablar, la inquietud llevará a tu peque a plantear preguntas del tipo «¿Por qué el cielo es azul?», aunque hay otros detalles que muestran su naturaleza curiosa. Es posible que notes que observa atentamente algo o a alguien, que su postura y sus expresiones faciales cambian y que sigue tocando, probando y oliendo cosas para intentar entenderlas y conocerlas mejor. En el caso de los niños más mayores, la curiosidad les puede llevar a preguntarse acerca de retos más complejos que afronten en la escuela y en el mundo. Puede que comiencen a interesarse por temas como la política, CTIM y la igualdad, y que empiecen a mantener conversaciones en torno a ellos.

Los cinco beneficios principales de la curiosidad

La infancia es una época realmente especial en la que la curiosidad de tu peque le hace querer saberlo prácticamente todo sobre todo. Su mente en desarrollo está llena de preguntas, algunas de las cuales te las hará a ti probablemente, mientras que otras tratará de responderlas por su cuenta.

El insaciable sentido del asombro de un niño es realmente especial, y fomentar su curiosidad es un regalo del que podrá beneficiarse el resto de su vida. Además de alimentar su deseo de aprender, una mente curiosa le aporta innumerables beneficios.

1. Los niños curiosos tienen mejores instintos y habilidades de supervivencia

Los instintos de supervivencia no son solo propios de personas aventureras o que están varadas en islas desiertas, sino que son una parte importante de nuestras habilidades, ya que nos ayudan a mantenernos alerta y a adaptarnos a los entornos cambiantes.

A medida que los peques exploran el mundo que les rodea y buscan nuevas experiencias, aprenden a prepararse para superar diferentes eventualidades. Al descubrir cosas nuevas que les siguen sorprendiendo y maravillando, aprenden a esperar lo inesperado.

2. Los niños curiosos son más felices y están más sanos

Todos los padres desean que sus hijos vivan felices, y fomentar su curiosidad puede ser la clave de la felicidad tanto a corto como a largo plazo. Las personas más curiosas tienden a experimentar emociones positivas más intensas y a tener menos ansiedad. Esto, a su vez, les ayuda a sentir más satisfacción en la vida, lo que contribuye a un mayor bienestar psicológico.

Es decir, que al fomentar la curiosidad de tu peque le estás dando la oportunidad de vivir una vida larga, saludable y feliz.

3. Los niños curiosos tienen más consciencia de sí mismos

La curiosidad se presta a todos los aspectos de la vida. No solo anima a los peques a cuestionar el mundo que les rodea, sino que puede llevarles al autodescubrimiento, ya que también sienten curiosidad por ellos mismos.

Esta curiosidad por conocer mejor su mente y su personalidad puede llevarles a menudo a cuestionar sus percepciones y a mejorarse a sí mismos mediante la adquisición de nuevas habilidades.

4. Los niños curiosos son más empáticos

Además de querer saber más sobre sí mismos, los niños curiosos también se interesan por la gente que les rodea, lo que es clave en el desarrollo de conexiones con otros niños y adultos.

Este interés por las personas puede llevarles a comprender mejor el mundo a través de los ojos de los demás. Al relacionarse con otras personas y conocer sus valores, experiencias, perspectivas y creencias, los peques desarrollan una mayor empatía.

5. Los niños curiosos resuelven mejor los problemas y tienen más conocimientos, por lo que consiguen más logros sociales y académicos

Como la curiosidad está relacionada con el deseo de aprender, no es extraño que los niños curiosos tengan más probabilidades de lograr éxitos académicos. Dado que sienten una gran curiosidad por cosas que aún no conocen ni entienden, les resulta mucho más fácil implicarse y dedicar sus esfuerzos a aprender algo nuevo.

Esta mentalidad continúa presente fuera del entorno académico, ya que los peques curiosos suelen tener más facilidad para resolver problemas por ellos mismos y para las habilidades sociales.

Diez actividades para desarrollar la curiosidad

Lo bonito de la curiosidad es que es inclusiva. Todos los peques pueden obtener los beneficios físicos, psicológicos y cognitivos de tener una mente curiosa simplemente si se les anima a ser curiosos.

Su curiosidad no tiene por qué disminuir a medida que van creciendo. El aprendizaje se produce de forma natural cuando son capaces de satisfacer su curiosidad mediante una exploración segura, lúdica y autoguiada. Las observaciones de los niños fomentan a la vez su desarrollo emocional, social, intelectual, físico y ético.

Descubre algunas de las actividades recomendadas para fomentar la curiosidad de tu peque.

1. Crea un ambiente de aprendizaje en casa

El aprendizaje no solo se da en la escuela, sino que tiene lugar en todas partes. Por tanto, crear un ambiente en el hogar que favorezca el aprendizaje y el desarrollo cognitivo es importante para mantener la curiosidad en tu peque.

Esto implica facilitarle el acceso a libros y materiales que le permitan jugar de forma libre y abierta, como papel y lápices de colores. También puedes llenar tu hogar de valiosas experiencias sensoriales reproduciendo música, exponiendo arte mural y dándole nuevos alimentos para que los pruebe.

2. Formula preguntas abiertas y estimula la reflexión

Al compartir preguntas con tu peque estás fomentado su curiosidad a la vez que muestras interés por sus respuestas. Las preguntas abiertas no tienen una contestación directa como «sí» o «no», sino que admiten diferentes respuestas, lo que seguramente le hará pensar por sí mismo.

Hacerle preguntas del tipo «¿Qué opinas de...?» y «¿Qué crees que pasaría si...?» puede animarle a desarrollar sus propias ideas y expresarse con claridad, al tiempo que le permite clarificar sus intereses y perspectivas.

3. Proporciona materiales de juego que estimulen los sentidos de tu peque

Mientras que algunos juguetes están diseñados para jugar exclusivamente de una determinada manera, otros le permiten encontrar soluciones a diferentes problemas la vez que averiguan el funcionamiento de las cosas.

Los sentidos y las capacidades mentales de los niños se estimulan con ladrillos de construcción creativa, juegos con arena, muñecas, puzles, artículos de manualidades y juguetes modulares. Al construir estructuras y sets, pueden experimentar con los tamaños, las formas, los números y las texturas, así como con el peso, el equilibrio y la simetría.

Es importante que sea tu peque el que tome las riendas del juego, en lugar de darle instrucciones o decirle cómo debe ser algo. Aunque puede ser tentador hacerlo, deja que sea su curiosidad la que le guíe.

4. Escucha respetuosamente y responde a las preguntas de los peques con sencillez y claridad

Los niños tienen un montón de cosas en la cabeza, por lo que suelen tener siempre muchas preguntas. Es importante que escuches atentamente las preguntas que te haga tu peque y las respondas de una manera comprensible.

Si después de oír la respuesta sigue mostrando confusión, pregúntale si lo ha entendido todo y, en caso de que no sea así, pídele que te diga lo que no entienda para aclararlo conjuntamente y que pueda aprender. Si no sabes algo, no pasa absolutamente nada. Simplemente díselo y, juntos, buscáis la respuesta.

Es importante que tu peque no sienta incomodidad ante el desconocimiento y que tenga confianza a la hora de hacer preguntas. Así, no tendrá miedo a seguir preguntando hasta que lo entienda todo lo mejor posible y le satisfaga la respuesta.

5. Fomenta la curiosidad con actividades de CTIM sencillas y prácticas

Las actividades de CTIM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) son una forma estupenda de estimular la curiosidad de tu peque y de despertar su apetito por el descubrimiento científico y la resolución de problemas. Los niños de nueve años en adelante disfrutarán en particular con los sets de LEGO® Technic, con los que podrán aprender sobre ingeniería y otros temas como la tecnología de RA.

Además, nunca es demasiado pronto para que los peques empiecen a desarrollar sus habilidades en estas áreas. Por ejemplo, los preescolares pueden familiarizarse con los conceptos de la programación, como la secuenciación, los bucles y la programación condicional, al tiempo que desarrollan su capacidad de resolución de problemas, el pensamiento crítico, la colaboración y las habilidades sociales y emocionales.

6. Muestra el mundo a tus peques y lleva a cabo actividades en familia

Independientemente de su edad, a los peques les encanta explorar, sobre todo cuando se realiza de forma compartida. Hacer escapadas en familia puede ser una forma estupenda de inspirarles y despertar su curiosidad al mismo tiempo que se crean valiosos recuerdos.

Una excursión a un museo, al zoo, a un centro comunitario, a un parque LEGOLAND®, a un LEGOLAND Discovery Centre o incluso a acampar al aire libre son formas estupendas de explorar con tu peque y hacer que sea consciente del mundo que le rodea.

7. Proporciona a los peques herramientas básicas de descubrimiento

Tanto si exploran el mundo contigo como si lo hacen por su cuenta, disponer de las herramientas y los juguetes adecuados puede ayudarles a desarrollar habilidades clave mientras aprenden cosas sobre su entorno.

Por ejemplo, una lupa, un imán, un cubo y una pala, una trampa para insectos o incluso una cinta métrica son fabulosos objetos para que los peques no se queden en la simple observación, ya que les permiten investigar las cosas que tienen a su alrededor e interactuar con ellas.

Además de aprender cosas sobre el mundo que les rodea, tus peques más mayores de entre 9 y 12 años pueden perfeccionar sus habilidades de resolución de problemas adentrándose en el mundo de la informática con LEGO® MINDSTORMS®.

Con LEGO® Creator 3in1, los niños pueden elegir entre tres construcciones diferentes de una amplia diversidad de temas, lo que les permite descubrir un sinfín de cosas nuevas.

8. Involúcrate en tu comunidad local

Busca nuevas experiencias en tu comunidad local que sirvan de estímulo para la curiosidad de tu peque. Desde llevarlo contigo a hacer recados o al supermercado a hacer la compra hasta participar en eventos más divertidos, como celebraciones, desfiles o festivales.

Incluso puedes hacer que participe en actividades de voluntariado por el bien de la comunidad, como la limpieza de playas o parques.

9. Fomenta el coleccionismo

Muchos de nuestros constructores adultos empezaron a coleccionar durante su infancia. A medida que los peques exploran el mundo, van coleccionando cosas (guijarros, conchas, pegatinas e incluso juguetes) que pueden servirles de trofeos para marcar cada uno de sus descubrimientos.

Además de estimular su creatividad, los niños que coleccionan cosas aprenden el valor de la responsabilidad y la paciencia mientras crecen y cuidan sus preciadas colecciones.

Los peques también tienen la opción de coleccionar a sus personajes favoritas con las minifiguras LEGO®, que son perfectas para jugar o exponer. Como cada una va incluida en una bolsa «misteriosa», coleccionarlas se convierte en una emocionante actividad que les ayuda a desarrollar su pasión por el coleccionismo.

10. Pon las mínimas restricciones posibles y deja que los niños disfruten de su niñez

De todas las formas que hay de fomentar la curiosidad de tu peque, tal vez la más importante (y la más sencilla) sea dejar que explore, descubra, aprenda y satisfaga su curiosidad a su manera.

Además de poder apreciar plenamente el placer de resolver y descubrir las cosas por sí mismo, al permitirle jugar con las mínimas restricciones, tendrá la posibilidad de adquirir confianza y desarrollar un mayor aprecio por el aprendizaje.

Con nuestros sets de LEGO® Education y todas las actividades que hemos mencionado anteriormente, los peques pueden aprender a resolver problemas de forma segura y desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico mientras despiertan su curiosidad por los temas de CTIM.

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