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    Cómo hacer que la hora de comer sea divertida para los bebés

    ¡Cómo hacer que la hora de comer sea divertida para los niños!

    En sus marcas, listos, ¡a comer! Te queremos ayudar a hacer que la hora de comer sea divertida y productiva con tu peque (sin mucho tiempo ni esfuerzo extra, ¡lo prometemos!).

    Notoriamente conflictiva, la hora de comer puede ser un tanto problemática si gozas de la bendición de tener niños. La cuestión es que encontrar a una niña o niño que no sea quisquilloso con la comida en algún momento es como ver a un unicornio en la naturaleza: ¡algo muuuy poco probable!

    Pero la mesa no tiene por qué ser un campo de batalla y, con unos cuantos consejos y trucos fáciles de poner en práctica, ¡te lo vamos a demostrar! Si el día es propicio, incluso puede llegar a ser DIVERTIDA (¡sí, de verdad!). Y cuando decimos “consejos y trucos fáciles de poner en práctica”, ¡lo decimos en serio! No vamos a sugerirte que crees reinos enteros con puré de papa, ni que busques ingredientes difíciles de pronunciar en tiendas especializadas. Esto va más allá de las típicas recomendaciones para padres de Pinterest.

    Y entonces, ¿qué puedes hacer para mantener a tu bebé atento a la hora de comer? Averigüémoslo…

    Platillos novedosos

    Si alguna vez has ido a un restaurante donde tienen esas toallitas para las manos que crecen cuando se les agrega agua, sabrás a qué nos referimos cuando decimos que la novedad aporta diversión a la hora de cenar. Considerando que a los niños y las niñas les encanta cualquier cosa nueva o inusual que se les presente, cambiar la forma de presentar la comida suena como una buena idea. ¿Y cómo haces que la comida les parezca divertida a los niños pequeños? Puedes probar lo siguiente: cortar los sándwiches con un cortador de galletas, usar el pepperoni de la pizza para hacer una cara sonriente o incluso teñir de rosa una simple salsa de queso usando colorante vegetal. No te podemos prometer platos limpios, pero sí al menos algunos momentos de emoción mientras los peques exploran su nueva y maravillosa comida.

    Si quieres ir más allá, siempre puedes animar a tu peque a que te dé indicaciones. ¡Pregúntales qué tipo de expresión les gustaría que tuviera su pizza (chistosa, alegre, divertida, etc.) para ver si puedes interpretar bien sus indicaciones!

    Noches temáticas

    Esto puede no ser práctico para todas las noches de la semana (sabemos que te prometimos ideas rápidas), pero de vez en cuando, ¡está bien pensar a lo grande! Elige un tema y haz que todos participen para disfrutar de una comida familiar revitalizada.

    Nos encantan las noches con temáticas como, por ejemplo, de colores, en las que todo es rosa. También podrías probar una nueva cocina una vez a la semana o decidir que a tu peque le toca elegir lo que habrá en el menú (quizá dentro de unos criterios cuidadosamente seleccionados, para evitar que lo único que haya sean variantes de helado). Si tiene la edad suficiente, puede que incluso quiera ayudarte con algunas partes de la comida.

    Involucrar a todo el mundo, sea cual sea su edad y etapa, es fácil. Tal vez alguien pueda hacer la decoración (dándote cinco minutos de tranquilidad), mientras alguien más se encarga de escribir los menús, elegir la lista de reproducción o solo meter las manos en la harina para tener una experiencia sensorial.

    Servir con estilo

    La mayoría de los adultos sirven a los niños platos de comida ya cortada. ¿Pero qué tal si haces un cambio y la sirves al estilo familiar? La clave está en el nombre, y los resultados son interesantes. No solo es divertido hacer que tu niño o niña se sirva él mismo, permitiéndole elegir qué y cuánto hay en su plato, sino que también hay estudios que dicen que esto puede ayudarle a abrirse a probar más alimentos.

    Pon los platos en la mesa y deja que cada uno elija lo que quiera comer. Es muy posible que los veas comer algo que no hayan probado antes o servirse una segunda porción.

    Convierte la hora de comer en un momento para jugar

    Es hora de sacar la artillería pesada: ¡los juegos! No hay mayor alegría que ver a tu peque divertirse, y creemos firmemente que la hora de comer debe ser sinónimo de buenos momentos.

    Nuestras actividades favoritas abarcan desde colorear hasta las adivinanzas. Para colorear, toma una hoja grande de papel y ponla debajo de su plato como si fuera un mantel individual. Pon a su alcance crayones, bolígrafos o lápices y deja que se ponga a trabajar en su obra maestra. Te sorprenderá lo mucho que come mientras está distraído.

    También puedes probar con adivinanzas en las que los niños tengan que mencionar los ingredientes de su cena. ¿O qué tal un postre temático, como torres de malvaviscos? (Solo después de que se hayan comido las verduras, claro). Toma malvaviscos y espaguetis secos y haz que cada miembro de la familia construya una torre de malvaviscos. ¿Ganará el mejor diseño o la torre más alta? ¡Eso lo decides tú!

    Si hemos cumplido nuestro cometido, ¡ahora debes sentirte lleno de confianza creativa para la hora de comer! Antes de ser padres, es casi seguro que todos nos imaginamos esas felices comidas familiares alrededor de la mesa, ¿verdad? ¡Hagámoslas realidad!