La diversión es primero: cómo preparar a tu peque para la guardería

Llegó el primer día de guardería, ¡así que prepara los pañuelos desechables! Tenga la edad que tenga, estamos seguros de que te encantarán estas divertidas formas de preparar a tu peque (¡y de prepararte tú!) para lo que le espera.

Los papás y mamás saben muy bien cómo es anhelar cinco minutos de tiempo para sí mismos y, más temprano que tarde, extrañar a su retoño con locura cuando no está cerca. Lo mismo pasa cuando lo llevas a la guardería por primera vez. Quizá tengas ganas de recuperar un poco de tu antigua vida, o puede que te dé pavor separarte de él. En cualquier caso, es natural que sientas una enorme ansiedad, pero también una gran emoción por ver a la personita que has criado hasta ahora dar sus primeros pasos en el mundo por sí misma.

En preparación para el primer día de tu bebé (o niño en edad preescolar) en la guardería, te reunimos algunas sencillas formas de ayudarlo a sentirse en plena forma para lo que viene. Si bien al principio se sentirá un poco inseguro, ¡muy pronto le encantará!

Tres maneras de preparar a tu niña o niño para su primer día de guardería

1. A través del juego

Además de las oportunidades de aprendizaje que ofrece el juego, también es asombrosamente divertido, ¿y quién no querría más de eso? Para que la idea de la guardería siga siendo positiva, ¿por qué no incorporas uno o dos juegos en torno a esta antes del gran día?

El juego tiene el poder de ayudar a las niñas y los niños a superar los cambios, y empezar a ir a la guardería podría ser una de sus primeras experiencias de un cambio importante en su estilo de vida.

El poder de los juegos de interpretación puede resultarte de gran utilidad con las niñas y los niños en edad preescolar. Toma algunos bricks LEGO^® DUPLO^® y úsalos para dar forma a una guardería de un mundo imaginario. Puedes preguntar al personal de la institución cómo es un día normal para, después, recrear una serie de momentos, desde la hora de la comida hasta el juego más caótico. Asegúrate de hacer muchas preguntas a tu retoño durante el proceso, abordando cualquier inquietud que pueda tener y asegurándole que estará seguro en ese lugar.

Si tu peque es aún muy joven, puedes familiarizarlo con los juguetes y las actividades que probablemente tendrá en la guardería, e intentar replicar en casa la rutina de ese lugar.

2. Mediante la comunicación

Para los niños y las niñas un poco mayores, la conversación es la clave. Siembra la semilla pronto para que tu peque tenga tiempo de acostumbrarse a la idea de la guardería. Háblale de conocer gente nueva, jugar con juguetes nuevos y aprender cosas nuevas. En resumen, ¡de que se divertirá mucho!

Cuando hables de la guardería, es importante que mantengas un lenguaje positivo. Si bien hay muchas cosas que querrás explicarle, también es una oportunidad para escucharlo. Haz pausas para que tenga tiempo de procesar, repetir las palabras que sean nuevas para él o hacer preguntas. Intenta mostrarte abierto, sincero y tranquilizador. La guardería será una experiencia nueva, pero tú y el personal siempre se asegurarán de que esté seguro y su voz sea escuchada. Y, al final de un divertido día en la guardería, ¡volverán a estar juntos!

3. A través de experiencias

Los niños y las niñas encuentran seguridad en las rutinas. Por eso, los cambios pueden ser algo difíciles para ellos al principio. Quizá te sea útil empezar a practicar la rutina para que tu peque se sienta cómodo con los elementos que marcarán sus días de guardería antes de empezar.

Esa rutina puede consistir en establecer nuevos horarios para ir a la cama, probarse el uniforme (si es que va a usarlo) o decidir qué poner en la mochila para demostrarle que tendrá el control de algunas partes de su nuevo día a día. Incluso podrían hacer algunas visitas de práctica a la guardería.

Si el lugar que elegiste lo permite, también es buena idea llevar a tu niña o niño a conocer su nuevo entorno de antemano. Muchas guarderías ofrecen sesiones de adaptación, de modo que puedes quedarte a jugar durante las primeras visitas para que tu retoño se acostumbre gradualmente a pasar tiempo lejos de casa y de ti, en su nuevo entorno.

Tú eres quien mejor conoce a esa personita y sabes cómo se adapta a los cambios. No te decepciones ni te sientas mal si eso no sucede de inmediato con la guardería; las niñas y los niños pueden tardar semanas o meses en terminar de adaptarse a algo nuevo, en un proceso gradual. Todo forma parte de la formación de su independencia y su confianza en los demás, lo cual es maravilloso.

Bien, ahora toma esos pañuelos, respira hondo… y recuerda que eres más fuerte de lo que crees. ¡Puedes hacerlo!