La historia de las flores LEGO®

La historia detrás del nuevo set LEGO® Ramo de Flores

Tal vez hayas oído hablar de Billund.

Es una pequeña ciudad al oeste de Dinamarca con una población de apenas 7000 habitantes, alrededor de la mitad de los cuales trabaja diariamente en las diferentes oficinas de The LEGO Group que hay repartidas por todo el territorio.

Esos 3500 empleados de Billund, además de ser increíblemente encantadores, hermosos y hábiles con la ortrografía, fueron quizá las 3500 personas menos sorprendidas del planeta cuando se anunció el nuevo set LEGO® Ramo de Flores a principios de 2021.

Y es que casi todas las oficinas de nuestras instalaciones de Billund cuentan ya con alguna versión de estas preciosidades botánicas construidas con bricks. Sin duda, son de los rasgos más llamativos y memorables que se pueden ver en nuestros espacios (aparte de esa gente tan bien parecida, claro).

¿Te estás preguntando cómo surgieron estas maravillas naturales?

La semilla original no la plantó, como podría esperarse, un diseñador sénior (por ejemplo, en el caso del set LEGO Bonsái, su diseñador jefe, Nico Vás, era conocido en Billund por construir bonsáis personalizados para las mesas de trabajo de sus compañeros muchos años antes del lanzamiento del set).

El germen del nuevo set LEGO Ramo de Flores fue, en realidad, el entusiasmo de una aprendiz llamada Astrid Christensen. Astrid se unió a The LEGO Group como parte del equipo ATE (que son las siglas de Arbejde til Erhvervsafklaring, para quienes quieran practicar su danés. Store kys til dig!).

El programa ATE se creó hace casi 30 años con el fin de brindar asistencia a los empleados de LEGO con necesidades laborales específicas. Astrid se incorporó al equipo ATE porque tiene autismo, pero el grupo atiende también a compañeros que han sufrido, por ejemplo, trastornos físicos o psicológicos en su vida, facilitándoles la readopción de una rutina laboral.

Poco después de su ingreso, los compañeros de Astrid se dieron cuenta de que tenía una habilidad especial para crear flores con elementos LEGO. Su jefa, Inge Nielsen, fue una de las primeras personas en pedirle a Astrid que hiciera flores para la oficina del programa ATE.

Y, como sucede con todas las cosas buenas que llegan a las oficinas (donas glaseadas, chocolates, caramelos, etc.), todo el mundo quiso tener la suya.

Así fue como Astrid pasó de ser una aprendiz a convertirse en la Experta Oficial en Flores LEGO, confeccionando ramos de flores por encargo para los cumpleaños de sus compañeros y otras ocasiones especiales. Rápidamente, personas de todo el campus de LEGO pertenecientes a todos los departamentos empezaron a pedirle sus propias versiones.

De este modo, Astrid tuvo la oportunidad de desarrollar sus habilidades de construcción con bricks y, al mismo tiempo, convertir su oficina en un lugar más hermoso para ella y sus colegas.

Precisamente, en la naturaleza, eso sería un claro ejemplo de relación simbiótica.

Dada su omnipresencia en Billund, era solo cuestión de tiempo que se pusiera sobre la mesa la posibilidad de crear un set LEGO oficial con flores. En cuanto ocurrió, el diseñador sénior del proyecto, Anderson Grubb, solicitó la colaboración de Astrid (¿y de quién más iba a pedirla?). La flor del producto final en la que más participó Astrid fue el maravilloso aster púrpura (o Asteraceae, para quienes quieran practicar su latín. A vobis enim magnus oscula!).

Y así es como la aprendiz Astrid, luego convertida en Experta Oficial en Flores LEGO, llegó a ser Máxima Consultora Florística.

Para cerrar el ciclo natural, el modelo original de la planta que Astrid presentó al equipo ATE es hoy una de las más de 1200 actividades que se emplean en el programa para brindar apoyo a los trabajadores de The LEGO Group que lo necesitan.

Y nos parece algo tan hermoso como lo es el nuevo set LEGO en sí mismo…

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