Cómo fue que los bricks LEGO® le dieron la oportunidad de tener una nueva vida a la perra Gracie

Cómo fue que los bricks LEGO® le dieron la oportunidad de tener una nueva vida a la perra Gracie

Los perros son compañeros para toda la vida. Siempre están a nuestro lado cuando más los necesitamos, y es justo que hagamos nuestro mejor esfuerzo para devolverles el favor. Sin duda, ese es el caso de Dylan, un extraordinario adolescente de quince años que colabora como voluntario en Mostly Mutts, un centro de rescate de animales ubicado en Kennesaw, Georgia (EE. UU.).

“Me encantan los perros por muchas razones… Su compañía, las múltiples formas en las que nos hacen sentir que son nuestros amigos de verdad…”.

Un día, llegó al refugio una adorable cachorrita a la que le faltaban las dos patas delanteras. Se llamaba Gracie y necesitaba de una gran ayuda.

A pesar de su corta edad, Dylan estaba decidido a hacer algo al respecto.

Después de pensarlo detenidamente, se le ocurrió que los bricks LEGO® podrían ser la solución.

“Las sillas de ruedas para perros son sumamente costosas”, explica Emily, la mamá de Dylan. “Y nos dimos cuenta de que, usando bricks LEGO, podríamos agrandar la silla de ruedas a medida que Gracie creciera”, añade.

Poniendo toda su creatividad al servicio de una causa noble, Dylan trabajó duro para transformar un montón de bricks LEGO en una silla de ruedas funcional. El producto final, una solución económica que puede ampliarse con el paso del tiempo, también está lleno de color y personalidad.

“Es un desafío porque tienes que esforzarte por colocar perfectamente cada pieza”.

Poco después, Gracie recibió la oportunidad de tener una nueva vida explorando su entorno con la ayuda de su nueva silla de ruedas, lo que representó un enorme triunfo tanto para ella como para Dylan.

“Sin la silla de ruedas, le habría costado mucho más trabajo vivir la vida”.

Mostly Mutts, el refugio de rescate y adopción, trabaja para reducir el número de animales que se someten a eutanasia en los refugios de la localidad ofreciendo a los cachorros servicios de salud, entrenamiento y cuidado físico y emocional, entre otras cosas, con el fin de rehabilitarlos hasta que estén listos para encontrar un nuevo hogar.

“Si no hubiéramos recibido a Gracie en el refugio, probablemente la habrían dormido”, afirma Dylan.

Con un verdadero acto de bondad y mucha creatividad, Dylan encontró la manera de ayudar a Gracie devolviéndole la movilidad.

“Fue increíble darme cuenta de que podía ayudar a un animal discapacitado y verlo vivir una vida más feliz”.

Han pasado algunos años desde entonces. Hoy en día, Gracie, quien finalmente fue adoptada, vive en una espaciosa granja que puede recorrer a su antojo en compañía de otros caninos.

Esta es solo una conmovedora historia de un chico que no escatimó esfuerzos para ayudar a una amiga peluda.

Así que, la próxima vez que tengas en tus manos un puño de bricks LEGO, imagina todas las cosas que puedes crear. Quizá, al igual que Dylan, puedas ayudar a alguien reconstruyendo el mundo un brick a la vez…

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