Kai, el encantador
Kai tiene valor, pero a veces se toma a sí mismo demasiado en serio.
Por eso es siempre tan divertido cuando se ve obligado a poner de nuevo los pies en la tierra.
Ya sea porque se golpeó la cabeza por accidente o porque se llenó la cara de licuado.
Nos encanta Kai porque nos hace reír aun sin intentarlo.