Ava

A Lance le gusta mucho luchar contra monstruos malvados, pero le gusta todavía más ser famoso. Nacido y criado en el seno de una familia adinerada, Lance siempre lo ha tenido fácil y quiere que siga siendo así. Todas esas batallas no hacen más que ensuciar su brillante armadura y estropear su hermoso cabello rizado, impidiendo que salga perfecto en sus retratos.

A pesar de ser el monarca, el rey Halbert es un hombre bastante miedoso. Teme la oscuridad, le aterrorizan los ruidos estridentes y se pone bastante nervioso cuando piensa en lo que puede suceder al día siguiente. Disfruta con los torneos y pronunciando discursos mucho más que luchando contra malvados monstruos. Adora Knighton y haría cualquier cosa por mantenerla a salvo. Incluso aunque eso signifique permitir que su amada hija participe en la batalla.

En un remoto jardín, había una estatua de una hermosa mujer llamada Wanda. Merlok fue quien la hizo. No tallando con un cincel como Arnoldi, sino con un poderoso y desesperado hechizo mágico que convirtió a una persona de verdad en una estatua. “¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién?”, te preguntarás. Todo será revelado a su debido tiempo…

Fancy Pants es el bot personal del rey y la reina Halbert. Su protocolo de etiqueta es el dispositivo más potente y acelerado del reino: ¡ni siquiera un ataque de los monstruos puede hacer que pierda la compostura! Fancy Pants siente que es un bot muy importante y especial. Hay quien dice que servir a la primera pareja de Knighton se le ha subido a la tarjeta madre y por eso a veces es peor que un dolor de muelas.

Macy adora ser caballero. Quiere proteger Knighton y demostrar a su padre que es una gran guerrera. Él no reconoce su verdadero potencial y eso la hace enojar; ¡suerte que puede liberar su furia a golpes con cada monstruo que se cruza en su camino! Le encanta luchar junto a sus amigos, lo cual preocupa mucho a su padre. Por cierto, ¿dije ya que el padre de Macy es el rey Halbert y que ella es la princesa del reino?

Imagina que todos los ladrillos de una casa cobraran vida y comenzaran a correr de aquí para allá, buscando cosas que romper y caos que sembrar. Los Bricksters pasaron años atrapados en las estructuras de las casas, las columnas de los castillos y los puentes. Ahora son libres y tienen tiempo para vivir sus vidas. No quieren volver a estar quietos ni un segundo más, así que vagan, ruedan, rebotan, saltan y tiemblan siempre y con todas sus fuerzas. Su ataque favorito consiste en formar un gran grupo y lanzarse sobre el enemigo hasta que desaparece tras un enorme montón de piedras.